sábado, 7 de septiembre de 2013

Aparentábamos normalidad

Te hablare, si a ti, como un tu y yo. Por una vez seamos sinceros, en verdad yo lo fui siempre. Te diré que siento nostalgia cuando pienso en ti, en nuestras palabras clave, cristales empañados, risas nocturnas, miradas deseosas de sexo, risas calladas con besos apasionados, me pregunto si con amor. Eran cosas que única y exclusivamente entendíamos nosotros. Esto es por así decirlo, el demonio, aquel que me persigue preguntándome el porque de haber roto todos estos buenos momentos. Y luego esta el angelito, aquel que me dice que hice bien, que la culpa fue tuya por no luchar hasta el final. Ahora ángel y demonio se juntan para preguntarme si te quiero. En realidad, creo que siempre lo he hecho, pero nunca quise verlo. Pensé que podía ser  tan fría como el hielo, incluso como un iceberg del mismo polo, sin darme cuenta de que la única roca fría aquí eras tu. Gracias por quererme a medias, o por no quererme, por hacerme sentir especial, aunque fuese un día al mes.
Ha sido un año vivido al límite, al 100% para lo bueno y lo malo, nunca hubo nada normal, no éramos normales juntos.

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