Abres la puerta, entro, ni si quiera te miro, en verdad no se si tu lo haces. Nuestro escondite secreto, el cómplice de nuestros engaños y deseos, de nuestras pérdidas y ganancias. Ponemos música y actuamos, nos dirigimos hasta este escondite. Me miras, te miro, me besas, te beso. Una vez más, dejamos que nada afecte y que todo influya. Que las manos vuelen de un sitio para otro. Permitamos que los ruidos salgan de nuestra boca sin necesidad de mentirnos. Acabamos, nos miramos, y tu boca susurra de nuevo un "preciosa". Me río, te ríes, de ti, de mi y de la ignorancia de aquellos que no conocen esto. Miro tu boca, y no puedo evitar hacerla mía. De nuevo música y decides trasladarme a la dura realidad. Una cama, mi cama, 1,20 metros, miro el hueco sin llenar, te deseo, aquí y ahora, de nuevo. Vuelve, deja la realidad, o convierte esto en realidad. Cierra los ojos, y DISFRUTA.
No hay comentarios:
Publicar un comentario